martedì, agosto 02, 2005

Agua

Hoy, una persona -no sé si decir de mi entorno, pues en realidad no se puede decir que sea parte de mi grupo de mi amigas/os (de hecho para la mayoría- o sea, para todos/as- se ha convertido, sin quererlo la misma persona -que se mantiene ajena a casi todo lo que me rodea- y también sin yo quererlo, en persona non grata; y sobre este tema profundizaré quizá más adelante, pues censurando su modo de actuar se censura a la vez el mío, ya que para bien o para mal somos, y de esto me he dado cuenta esta misma tarde, demasiado iguales) no sé si atreverme a decir que bastante cercana, porque decir lejana quizás podría resultar igualmente válido, me ha descrito de una manera bastante curiosa. Se empeña en decir que tengo demasiada personalidad, cosa que yo no me atrevo a afirmar ni me apetece desmentir. Pero, puede que fruto de un momento de enajenación mental, o incluso (y esto es más grave :-) ) puede que convencida, o a lo mejor simplemente hablando por hablar y dejando fluir las palabras me dijo que yo era como un torrente de agua (imaginemos de un río, o aún mejor de un arroyo, como mi apellido) que corría, fluía y arrastraba a su paso aquello con lo que se cruzaba. No hablaba de destrucción (quiero pensar, si lees esto corrígeme si me equivovo, o comenta lo que te apetezca), sino más bien de fuerza (que no es lo mismo que insensibilidad, que os veo las intenciones, ingratas/os! :-p), o intensidad. A mí me pareció bonito (ahora que lo escribo me sigue gustando, pero menos), y, volviendo a nuestro futil mundo me recordó a Leyendas de Pasión, cuando comparan al protagonista con el agua que se congela entre las rocas y las hace estallar (y así se lo manifesté). Me gusta que me vea así (en parte), porque últimamente (hablo ya de meses) me siento más viva, hago casi todo lo que me apetece, lo que puedo, me implico al máximo en mis relaciones con los demás -yaaa... muchas/os no estareis de acuerdo, pero me da igual, yo sé como soy y lo que siento- lo cual a veces trae buenos momentos y otras veces momentos terribles, pero hasta esto de alguna manera me agrada, porque me hace ser consciente de la cantidad de emociones que puedo experimentar (que no siempre nos damos cuenta de que tenemos un sistema nervioso central en constante actividad). Si tuviese que ser un ser inanimado, no me importaría ser agua, y si ahora tuviese que elegir dónde y cómo morir, sería tumbada en la pista de un local rojo y negro, con buena música, vacío, salvo por la presencia de otro ser humano, y atravesados por los cristales de la pasarela del piso de arriba.

1 Comments:

Blogger questasera dice cuenta comenta...

bueno, si qieres ser ese otro ser humano q muera conmigo (no es q nop pueda hacerlo sola, eh?)...piénsalo, 2 en 1, muerte poética garantizada y destrucción de un sitio q odias (aunq a mí me parece un local genial)
:P

2:55 AM  

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