mercoledì, agosto 03, 2005

Canciones de amor

Me pregunto qué clase de descerebrados compondrán las canciones de amor, y no quiero ni hablar de aquellos que las escuchan. Seguramente algún tipo de trastornado masoquista a quién le gusta autocompadecerse y regocijarse en su dolor, o vivir en un mundo de fantasía, alejándose de la realidad y perdiendo el norte. Básicamente se pueden clasificar en dos tipos:

1) las que hablan de lo bonito que es el amor y son súper ñoñas y cargadas de tonterías y de mentiras (éstas si superan el índice habitual de cursilería me encantan, vease ''Somos el uno para el otro'', de Astrud, pues ya de hacer las cosas hacerlas bien y exagerar en condiciones, nada de medias tintas).

2) las que tienen como protagonista a un pobre sufridor/a que llora y se lamenta por lo que tuvo, pudo tener, o bien le hubiese gustado tener, y buscan, de una manera bastante barata y sin emplear demasiados recursos estilísticos, la lágrima fácil. Parece que la vida del cantante acaba después de la canción. Sentimentalismo de feria, manufacturado. Me asquean.

3) las excepciones, como Perfect Day, de Lou Reed, que verdaderamente merecen la pena.